domingo, noviembre 25, 2007

nostalgias

Tengo nostalgia de un tiempo no vivido. Nostalgia de un fogón repleto de arboles extintos, de una guitarra sin cuerdas que revienta de impotencia. Extraño un olor de especias muy picante, salpicado en un cordero asado. También un vino añoso de preferencia tinto, endulzado con mirra y miel. Tengo nostalgia de pelea, con algún matoncito de perdida esquina, en una noche de luna, sin más armas que un cuchillo y la inconsciencia. Quiero recorrer de nuevo el burdel de vírgenes que jamás me han besado, y cuarentonas que jamás me han guiado. Deseo volver a encabezar las listas negras de la sociedad blanca. Añoro un mundo de dragones relajados, y doncellas sin tapujos. Tengo nostalgia de un tiempo no vivido. Pero entonces apareces vos, y todo me parece más lejano. Solo queda tu mirada y mi olvido, combinación suficiente para dormir la siesta apretaditos, sin después a la vista.

3 comentarios:

MIRIAM dijo...

Estoy segura que el único sentido que tiene el vivir, es el sembradío de hechos para nostalgiarlos en el futuro. Cuando el sembradío está hecho de fantasías, entonces nostalgiamos ese vapor de hechos inciertos que huele a hogar lejano.

Besos y vino dulce

M

martillo dijo...

Es cierto, la nostalgia empaña imagenes sutilmente, hasta borronearle algunas impurezas.
En ese estado de las cosas, siempre es un privilegio tu visita, y un placer tu compañia.

Gracias por pasar, y por el vino.
Besos.

Anónimo dijo...

Ya lo djo aquel maravilloso cantautor del otro lado del oceano: no hay nostalgia peor ...
pase por aca de carambola y vuelvo por reincidencia.
Saludos van